El desapego
El desapego implica vivir el momento presente, vivir en el
aquí y en el ahora.
Permitimos que en la
vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de
controlarlas.
Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro.
Sacamos el mayor provecho a cada día.
Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro.
Sacamos el mayor provecho a cada día.
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos.
Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural
y en el destino de las cosas en este mundo.
Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos
damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de
nuestros problemas no resueltos.
Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos.
Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se
preocupa de lo que está sucediendo. Entendemos que este Alguien puede hacer
mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no
estorbar su camino y dejar que Él lo haga.
A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo
las cosas más extrañas ( y a veces , las más dolorosas ) se solucionan de la
mejor manera y en beneficio de todos.
Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe:
Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a
involucrarnos sin volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y
en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo
ansioso y compulsorio, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca
de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos
para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin
lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas:
serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y
recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la
libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas.
Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin
sentimientos excesivos de culpa o responsabilidad hacia los demás. En ocasiones
el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro
alrededor para empezar a solucionar sus problemas.
Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo
que finalmente comienzan a preocuparse por ellos mismos. Cada quien atiende sus
propios asuntos.
El desapego es una acción y un arte. Es un modo de vida.
¿ Cómo nos
desapegamos ? ¿ Cómo separamos nuestras emociones , nuestra mente , espíritu y
cuerpo de la agonía del involucramiento ? . Lo mejor que podemos . Y ,
probablemente, un poco torpemente al principio, pero: honestamente, abiertamente y con voluntad de
intentarlo. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar
sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones.
“Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que
estar siempre irritados.”
Tomado del Libro : Ya no seas codependiente de Melody Beattie.
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